Ser y no parecer
La versión 2010 del Cienciano probablemente sea la versión más pobre del cuadro cuzqueño desde que se consagró en el 2003. Pasaron 7 años y el cuadro de la capital de América, involucionó considerablemente. No aprovecho tamaño logro para consolidarse a nivel internacional, no sólo como equipo, sino como institución. Lo que apuntaba a convertirse en un proyecto serio, terminó siendo un barco a la deriva que estuvo a 90min de pasar al olvido de la segunda división.
No aprovecho la imagen ganada internacionalmente para crecer en todo sentido. Jugar en Cienciano era un objetivo para muchos jugadores del medio local y, porque no, del medio internacional. Lo hecho ante equipos como Santos, River y , posteriormente, Boca, potencio al cuadro cuzqueño. Venir al Cuzco no era agradable para ningún equipo. No solo por el tema de la altura, sino porque enfrente había un equipo que imponía respeto. Ahora cualquiera le gana en el Garcilaso. Ya lo hicieron las Chivas y Flamengo. El respeto ya no es el mismo.
Jugadores de buen nivel llegaban al cuadro imperial. Los auspiciadores se enfrentaban entre si para poder invertir en el cuadro inca. Juvenal se lamia las manos. Todo era felicidad. Sin embargo, se comenzó a vivir de eso y no se puso enfásis en sostener y desarrollar un trabajo institucional acorde con las grandes instituciones del mundo. Un equipo que se precie de grande no puede dejar de tener una sede institucional ni fuerzas básicas. Es increible que las convocatorias se hagan en lima.
La poca capacidad para tomar decisiones hizo que el ¿presidente? tenga la desfachatez de echarle la culpa a todo el mundo de las desgracias de su equipo. Su trabajo como congresista( de dónde tampoco ha aportado absolutamente nada)lo consume en demasia como para ser conciente de lo que realmente ocurre con su equipo. No hay otro dirigente que represente al Cienciano pues todo pasa por este señor. Todos saben como es Juvenal. Se acomoda por donde mejor le convenga y es capaz de sacarle el cuerpo a los problemas.
Es inconcebible que tenga un presupueto de 40 mil dólares mensuales y gaste cerca de 100mil. Eso no es planificación, es improvisación sobre la marcha. No tiene idea de como se ejecuta un presupuesto ni como trabajarlo efectivamente. Le da igual si sus jugadores están al día o no. Los engaña, les miente y , para colmo, les exige resultados. Eso sin contar las inumerables veces que, públicamente, critico a sus jugadores y comando técnico amenazándolos con tomar medidas si no mejoraban.
Contrata, además, jugadores de dudosa calidad. él es quien tiene la última palabra en contrataciones y el técnico de turno se tiene que acomodar a trabajar con un plantel armado básicamente por el directivo en mención. Un club con está cantidad de problemas no debería estar en Primera División. Es más, no debería estar, siquiera, en el futbol profesional. Lamentablemente vemos que los dirigentes impresentables son mayoría en nuestro fútbol.
El Cienciano es hoy en día un equipo de 14 o 16 jugadores, con un entrenador-jugador. A eso lo ha llevado el ¿dirigente?-¿congresista? Juvenal Silva. No es más el campeón de la Sudamericana ni de la Recopa. Ya no está Ibañez, sino Noriega; ya no está Lugo, sino Tardellis Peña; ya no está Carty, sino Tomasevich.
¿la dirigencia? está ahi pero es como si no estuviese. No existe.
No aprovecho la imagen ganada internacionalmente para crecer en todo sentido. Jugar en Cienciano era un objetivo para muchos jugadores del medio local y, porque no, del medio internacional. Lo hecho ante equipos como Santos, River y , posteriormente, Boca, potencio al cuadro cuzqueño. Venir al Cuzco no era agradable para ningún equipo. No solo por el tema de la altura, sino porque enfrente había un equipo que imponía respeto. Ahora cualquiera le gana en el Garcilaso. Ya lo hicieron las Chivas y Flamengo. El respeto ya no es el mismo.
Jugadores de buen nivel llegaban al cuadro imperial. Los auspiciadores se enfrentaban entre si para poder invertir en el cuadro inca. Juvenal se lamia las manos. Todo era felicidad. Sin embargo, se comenzó a vivir de eso y no se puso enfásis en sostener y desarrollar un trabajo institucional acorde con las grandes instituciones del mundo. Un equipo que se precie de grande no puede dejar de tener una sede institucional ni fuerzas básicas. Es increible que las convocatorias se hagan en lima.
La poca capacidad para tomar decisiones hizo que el ¿presidente? tenga la desfachatez de echarle la culpa a todo el mundo de las desgracias de su equipo. Su trabajo como congresista( de dónde tampoco ha aportado absolutamente nada)lo consume en demasia como para ser conciente de lo que realmente ocurre con su equipo. No hay otro dirigente que represente al Cienciano pues todo pasa por este señor. Todos saben como es Juvenal. Se acomoda por donde mejor le convenga y es capaz de sacarle el cuerpo a los problemas.
Es inconcebible que tenga un presupueto de 40 mil dólares mensuales y gaste cerca de 100mil. Eso no es planificación, es improvisación sobre la marcha. No tiene idea de como se ejecuta un presupuesto ni como trabajarlo efectivamente. Le da igual si sus jugadores están al día o no. Los engaña, les miente y , para colmo, les exige resultados. Eso sin contar las inumerables veces que, públicamente, critico a sus jugadores y comando técnico amenazándolos con tomar medidas si no mejoraban.
Contrata, además, jugadores de dudosa calidad. él es quien tiene la última palabra en contrataciones y el técnico de turno se tiene que acomodar a trabajar con un plantel armado básicamente por el directivo en mención. Un club con está cantidad de problemas no debería estar en Primera División. Es más, no debería estar, siquiera, en el futbol profesional. Lamentablemente vemos que los dirigentes impresentables son mayoría en nuestro fútbol.
El Cienciano es hoy en día un equipo de 14 o 16 jugadores, con un entrenador-jugador. A eso lo ha llevado el ¿dirigente?-¿congresista? Juvenal Silva. No es más el campeón de la Sudamericana ni de la Recopa. Ya no está Ibañez, sino Noriega; ya no está Lugo, sino Tardellis Peña; ya no está Carty, sino Tomasevich.
¿la dirigencia? está ahi pero es como si no estuviese. No existe.
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