La misma cantaleta de siempre
Estamos a 3 semanas del inicio de las eliminatorias y ya estamos, otra vez, con la misma cantaleta de los anti pizarro, los pro vargas y todo aquel que está obsesionado con restar mas que sumar. Al propio Markarián ya le está cayendo por apoyar al jugador del Werder Bremen. Si la idea es luchar por un cupo, entoncese dejemonos de cojudeces y empujemos para el mismo lado. Si no, ya sabemos cual va a ser el final de esta historia.
Es fácil criticar a los jugadores, al técnico y al periodismo pero al aficionado común y corriente se le hace casi imposible generar una autocritica. Decidir al once inicial no es tanfácil como creen. Desde afuera todo se ve bonito pero a la hora de la hora hay que tener la grandeza de asumir las responsabilidades del caso. El aficionado tiende-rápidamente- a pasar de la euforia total a la puteada general. No hay terminos medios sino extremos demasiado evidentes.
Pizarro ni metiendo 200 goles en Alemania se va a salvar de los que lo odian(con o sin razón). Tener prestigio a veces incomoda al aficionado promedio que muchas veces no comprende muy bien la carrera de un futbolista profesional. No es lo mismo jugar los fines de semana con tus amigos que dedicarte al fútbol como profesión. La mayoría de los aficionados critican sin ni siquiera haber pisado una cancha de verdad. Desde afuera todos son técnicos pero a la hora de la verdad no sabremos sin son capaces de asumir las exigencias del caso. Bien o mal, Pizarro las ha asumido y por ello goza de cierto nivel internacional, lo que no quita que no haya hecho un buen papel a nivel selección.
En el otro extremo de las preferencias está el Loco Vargas. Amado por casi todos por su excelente nivel a nivel de seleción. La gente se siente más identificada con este tipo de jugadores aguerridos y perseverantes. Su jugada ante Argentina en las eliminatorias pasadas, es su carta de presentación como figura popular a nivel selección junto a Paolo Guerrero. No tendrá los titulos internacionales de Pizarro pero posee la aprobación de su gente. El prestigio internacional lo tiene pero todavia le falta alguito más para consagrarse definitivamente. Tanta especulación en torno a su posible venta a 800 clubes, ha terminado por bajonearlo un poco( aunque él lo niegue).
Son los polos opuestos en el cariño de la gente. Sin embargo, eso a la hora de la verdad no nos sirve. Dejar de lado las antipatias personales para poder ir en busca del logro principal. Francamente, para mala suerte de Pizarro, el tercer puesto en la Copa America lo condiciona para que su nivel sea el doble pues de no producir buenas actuaciones, la gente va a comenzar a recordar que no es necesario pues no estuvo en Argentina y la selección logró resultados. Siempre cuando las cosas salen mal, se acuerdan del que no está. Y cuando es al revés, los otros no sirven.
No somos Argentina ni Uruguay para darnos el lujo de despreciar jugadores. Ni el tercer lugar en la Copa nos da ese derecho. Hay jugadores que tienen que estar si o si. Ya sea como suplentes o como aguateros, pero tienen que estar. El grupo está unido, ahora solo falta que el público lo esté. Tarea complicada, para que mentir.
Es fácil criticar a los jugadores, al técnico y al periodismo pero al aficionado común y corriente se le hace casi imposible generar una autocritica. Decidir al once inicial no es tanfácil como creen. Desde afuera todo se ve bonito pero a la hora de la hora hay que tener la grandeza de asumir las responsabilidades del caso. El aficionado tiende-rápidamente- a pasar de la euforia total a la puteada general. No hay terminos medios sino extremos demasiado evidentes.
Pizarro ni metiendo 200 goles en Alemania se va a salvar de los que lo odian(con o sin razón). Tener prestigio a veces incomoda al aficionado promedio que muchas veces no comprende muy bien la carrera de un futbolista profesional. No es lo mismo jugar los fines de semana con tus amigos que dedicarte al fútbol como profesión. La mayoría de los aficionados critican sin ni siquiera haber pisado una cancha de verdad. Desde afuera todos son técnicos pero a la hora de la verdad no sabremos sin son capaces de asumir las exigencias del caso. Bien o mal, Pizarro las ha asumido y por ello goza de cierto nivel internacional, lo que no quita que no haya hecho un buen papel a nivel selección.
En el otro extremo de las preferencias está el Loco Vargas. Amado por casi todos por su excelente nivel a nivel de seleción. La gente se siente más identificada con este tipo de jugadores aguerridos y perseverantes. Su jugada ante Argentina en las eliminatorias pasadas, es su carta de presentación como figura popular a nivel selección junto a Paolo Guerrero. No tendrá los titulos internacionales de Pizarro pero posee la aprobación de su gente. El prestigio internacional lo tiene pero todavia le falta alguito más para consagrarse definitivamente. Tanta especulación en torno a su posible venta a 800 clubes, ha terminado por bajonearlo un poco( aunque él lo niegue).
Son los polos opuestos en el cariño de la gente. Sin embargo, eso a la hora de la verdad no nos sirve. Dejar de lado las antipatias personales para poder ir en busca del logro principal. Francamente, para mala suerte de Pizarro, el tercer puesto en la Copa America lo condiciona para que su nivel sea el doble pues de no producir buenas actuaciones, la gente va a comenzar a recordar que no es necesario pues no estuvo en Argentina y la selección logró resultados. Siempre cuando las cosas salen mal, se acuerdan del que no está. Y cuando es al revés, los otros no sirven.
No somos Argentina ni Uruguay para darnos el lujo de despreciar jugadores. Ni el tercer lugar en la Copa nos da ese derecho. Hay jugadores que tienen que estar si o si. Ya sea como suplentes o como aguateros, pero tienen que estar. El grupo está unido, ahora solo falta que el público lo esté. Tarea complicada, para que mentir.
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