Jerarquia vs Limitaciones
Los recientes
amistosos jugados ante Chile y Guatemala, confirma la escasez de jugadores con
jerarquía para afrontar partidos internacionales. Por ello se sigue llamando a
los mismos de siempre, inclusive aquellos como Cruzado que no tienen minutos en
sus equipos. Tenemos jugadores en el exterior si, pero a comparación con
equipos como Chile, los nuestros están en equipos de segundo orden(a excepción
de Pizarro, irónicamente el más criticado).
De todos los
amistosos en la era Bengochea, el partido ante Chile era el más complicado.
Personalmente veo al equipo de Sampaoli en un nivel superior a Inglaterra y
Suiza, nuestros rivales pre mundial. Si a eso le agregamos la absurda antesala
promovida por algunos periodistas mala leche, la presión por un buen resultado
aumentaba considerablemente. Ya sabemos cómo responden nuestros jugadores ante
tamaña responsabilidad.
La idea de
los amistosos era ir viendo jugadores nuevos que nutran a la selección con
miras a los dos siguientes procesos eliminatorios, léase Rusia 2018 y Qatar
2022. Queda claro que contra Chile esa premisa no se cumplió. El objetivo era
no hacer un papelón (cosa que no se logró) y por ello se convoco a lo mejor que
actualmente tenemos en el mercado internacional, fuera de Farfán lesionado. A
estas alturas, daba exactamente igual probar nuevas caras.
El apuro por
conseguir objetivos hace que estemos en esta situación. El cortoplacismo está
matando al futbol peruano. Con cinco jugadores en el primer mundo del futbol es
imposible sostener una eliminatoria de 18 fechas. Se podrán ganar partidos pero
no alcanzar la meta. Hace rato que se viene hablando del mismo tema y nadie
hace nada. Aun así nos damos el lujo de ningunear a equipos como Guatemala que
al fin y al cabo tienen un nivel similar al nuestro.
Mientras
vivamos en la burbuja de los 70s y 80s, difícilmente nos incorporemos al futbol
competitivo de hoy en día. En su momento
nos sirvió, hoy no. Ritmo cansino de nuestros jugadores solo tiene éxito a
nivel doméstico, a nivel internacional sienten la pegada y ellos mismos lo
dicen. No hay una exigencia que los obligue a evolucionar pues la prioridad del
jugador peruano es tener un buen sueldo y cero presiones. Lo segundo no lo
consiguen afuera.
Ante rivales
menores ganamos pero igual jugamos mal pues no hay cultura táctica en el
elemento nacional. Nos cuesta tener un funcionamiento vistoso, no importando si
se gana o se pierde, eso es lo de menos si se quiere mejorar. Al final son pocos
los jugadores que tenemos en el exterior, cantidad casi nula si nos comparamos
con otros países del continente, tal cual lo sostengo al inicio del presente
post.
Bengoechea no
es el problema. El problema es muy simple: no hay jugadores. La premura por ir
a un mundial ha hecho que muchas promesas se hayan perdido en el camino, muchos
de los cuales no supieron manejar responsabilidades que conllevan tener un
talento importante para el deporte. El caso más claro es el de Reimond Manco.
Empezar de
cero no garantiza nada pero te da la posibilidad de prender una pequeña luz el horizonte. Paso a paso se
avanza más rápido, más aun si los recursos y materia prima no son tan
abundantes como en otros países. Empezar de cero, claro está significa extirpar
al sujeto más nocivo de la historia del futbol peruano, también llamado presidente
de la FPF. Nombrarlo por su nombre es gastar espacio.
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