River es Gallardo
No cabe duda que la era Gallardo en River es una de las importantes en la historia del club argentino. No solo por lo que consigue a nivel de resultados sino también por la fuerte conexión del jugador con su propuesta. El jugador de River está a muerte con el entrenador. Y eso es fundamental a la hora de conseguir resultados.
A puertas de una nueva final de Copa Libertadores, el conjunto de Núñez ha sabido darle vuelta a la página del descenso del 2011 y se ha encargado de refutar la burla del clásico rival ganando títulos internaciones ( incluido el más importante de la historia para muchos) y dominando la mayoría de clásicos de los últimos años. Mientras Boca sigue recordando al era Bianchi, River está viviendo la era Gallardo.
Se armó muy bien en los últimos años. Trajo a Franco Armani y automáticamente lo convirtió en arquero de selección. El ex Atletico Nacional venía de ser campeón de la Libertadores con el conjunto colombiano pero le faltaba probarse en la máxima exigencia de la liga argentina. No solo repitió título continental con el conjunto del Río de la plata sino antes se ganó un pasaje a Rusia 2018.
Pagaron 14 millones al São Paulo por el Oso Pratto y el ex Velez se convirtió en pieza fundamental del equipo marcando goles decisivos en el camino de la consagración, anotando dos veces en las finales ante Boca. Hay que sumarle el buen ojo de Gallardo trayendo al colombiano Santos Borre, propiedad en su momento del Atlético de Madrid. Ni hablar de Juanfer Quintero, de irregular paso por el fútbol europeo, encontró su lugar en River.
Además salieron juveniles que se consolidaron rápidamente en el elenco titular. Lo de Martínez Quarta y Palacios es lo más resultante. Son producto 100 % River. Ambos ya están por encima de los 20 millones de dólares en su valor de mercado. Detrás de ellos hay varios más que están buscando su lugar, muchos motivados con la posibilidad de trabajar con un gran Dt como Gallardo.
En algún momento el ciclo se va acabar, es lógico. Seguramente el club buscará alguien del riñón del técnico par que contiene su trabajo. No es descabellado pensar en Matías Biscay, hoy asistente de Gallardo. Incluso fue quien estuvo en el banco de suplentes en las finales con Boca ante la suspensión del Muñeco. Kilómetros al lado del destacado entrenador, tiene. Y el aval también seguramente.
A puertas de una nueva final de Copa Libertadores, el conjunto de Núñez ha sabido darle vuelta a la página del descenso del 2011 y se ha encargado de refutar la burla del clásico rival ganando títulos internaciones ( incluido el más importante de la historia para muchos) y dominando la mayoría de clásicos de los últimos años. Mientras Boca sigue recordando al era Bianchi, River está viviendo la era Gallardo.
Se armó muy bien en los últimos años. Trajo a Franco Armani y automáticamente lo convirtió en arquero de selección. El ex Atletico Nacional venía de ser campeón de la Libertadores con el conjunto colombiano pero le faltaba probarse en la máxima exigencia de la liga argentina. No solo repitió título continental con el conjunto del Río de la plata sino antes se ganó un pasaje a Rusia 2018.
Pagaron 14 millones al São Paulo por el Oso Pratto y el ex Velez se convirtió en pieza fundamental del equipo marcando goles decisivos en el camino de la consagración, anotando dos veces en las finales ante Boca. Hay que sumarle el buen ojo de Gallardo trayendo al colombiano Santos Borre, propiedad en su momento del Atlético de Madrid. Ni hablar de Juanfer Quintero, de irregular paso por el fútbol europeo, encontró su lugar en River.
Además salieron juveniles que se consolidaron rápidamente en el elenco titular. Lo de Martínez Quarta y Palacios es lo más resultante. Son producto 100 % River. Ambos ya están por encima de los 20 millones de dólares en su valor de mercado. Detrás de ellos hay varios más que están buscando su lugar, muchos motivados con la posibilidad de trabajar con un gran Dt como Gallardo.
En algún momento el ciclo se va acabar, es lógico. Seguramente el club buscará alguien del riñón del técnico par que contiene su trabajo. No es descabellado pensar en Matías Biscay, hoy asistente de Gallardo. Incluso fue quien estuvo en el banco de suplentes en las finales con Boca ante la suspensión del Muñeco. Kilómetros al lado del destacado entrenador, tiene. Y el aval también seguramente.
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