El Último Guerrero

A estas alturas de su carrera, pedirle a Paolo Guerrero que mete 20 goles por temporada es utópico. Nunca fue un goleador de ligas, sino de goles importantes, en partidos bravos, trascendentes. Nunca se achico ante los grandes retos. Su mayor motivación siempre ha sido la de enfrentar a los mejores y meterle goles a los mejores. Siempre ha sido más jugador de Selección que de club. 

Su paso por Alemania formó esa mentalidad competitiva y ganadora. En Brasil, su mejor etapa fue en Corinthians donde consiguió títulos importantes. De todos modos tuvo momentos importantes en Flamengo e Internacional de Porto Alegre. Entre la sanción por doping y lesiones, sus últimos 4 años no han sido productivos en términos estádisticos. Sus pasos por el Avai y Racing fueron flojos en términos de minutos jugados y goles anotados.

En Ecuador ha encontrado lo que no le negaron en Argentina, continuidad y ritmo. A sus 39 años ha demostrado que si puede jugar 90 min. Si bien su función es hacer goles, también tiene otras virtudes como la de jalar marcas, aguantar de espaldas y dejar espacios para sus compañeros. Por edad no se le puede pedir lo mismo que hace 5 años. No es el mismo Guerrero de antes. Zubeldia ha entendido lo que Gago no pudo, o no quiso, entender tras su paso por Racing.

Es titular en la selección peruana simplemente porque no tenemos un nueve de su jerarquia internacional. Ni siquiera uno que se le acerque en categoría. No es lo mismo meter goles en Liga 1 nacional que en eliminatorias sudamericanas. Guerrero viene de meter un doblete en semis de un torneo continental. Con eso basta y sobra para estar por encima de Ruidiaz y Valera. No han salido más delanteros con capacidad goleadora que los nombrados y eso es un problema a corto, mediano y largo plazo.

Paolo, el de los goles importantes. Más calidad que cantidad. Difícil que salga un delantero de su capacidad. Es un producto cuajado en Alemania que será complicado replicar. Por ello la importancia de emigrar rápido a ligas de mayor nivel para poder tener un mayor nivel. No todos tienen la posibilidad de pelearla y quedarse un buen tiempo en el exterior. Muchos vuelven ( o los regresan) sin haber conseguido un nombre a nivel internacional.

El calendario apremia y estamos ante los últimos cartuchos de un guerrero. Por más que él quiera jugar hasta los 40 y pico, la realidad indica que el fútbol de primer nivel es muy demandante y tarde o temprano tendrá que dar un paso al costado. Ya consiguió bastante en su extensa carrera y tranquilamente está en el podio de los mejores centrodelanteros peruanos de la historia. Por ahora aporta, y mucho, a la selección nacional. El problema será cuando diga adiós.




























































































































































    






































































































































































































Comentarios

Entradas populares