PG9: Una apuesta deportiva, comercial y política

Paolo Guerrero llegó a Trujillo. Paolo Guerrero ya es jugador de la Universidad Cesar Vallejo. Será su primera incursión en la liga peruana tras sus pasos por Alemania, Brasil, Argentina y Ecuador. A los 40 años el delantero peruano tendrá que demostrar mucho más que goles. Y eso tiene mucho que ver las idas y vueltas previas a su llegada a territorio trujillano.

Para los Acuña es un baño de popularidad. No iban a permitir que su inversión diera marcha atrás y los dejara vestidos y alborotados. Llegada de Guerrero no es solo un valor agregado para el club deportivo sino también para los intereses políticos del patriarca de los Acuña. De haberlo perdido y, peor aún, verlo irse a otro equipo peruano, hubiese sido terrible para las aspiraciones del clan.

Anunciada llegada de PG9 trajo consigo un aumento en el merchandising del club. Astro es la marca que viste al club poeta y seguramente explotará al máximo la figura del delantero nacional, que dicho sea de paso es embajador de adidas. También los informales están haciendo su agosto produciendo camisetas no oficiales del club con el nombre del jugador.

Apuesta Total es el main sponsor del club y tratará de sacar provecho de alguna manera. Lo curioso del asunto es que Paolo Guerrero es imagen de Betsson, la competencia. Cada partido de PG9 con la marca de AT en el pecho es una puñalada a Bettson. A este último seguramente no le habrá gustado que llegue al club trujillano. De todos modos una llegada a Alianza hubiera sido lo mismo en ese aspecto comercial.

El club se ha reforzado con jugadores importantes como Carvallo, Ballon y Benavente. Pero no parece ser suficiente para competir con los 3 grandes del fútbol peruano. Lo de Guerrero apela a lo emocional y comercial más que a una apuesta deportiva. Con 40 años aún le puede bastar para meter goles en una liga de bajo nivel como la peruana pero sus últimos pasos por Argentina y Ecuador hablan de una irregularidad para sostenerse en clubes (tal vez pretende cobrar como si tuviera 25 años) que a la larga le puede costar mucho a la institución trujillana.

El hincha norteño ha conectado rápidamente con la llegada del crack nacional. Pero esa conexión se puede terminar igual de rápida si es que los goles no aparecen y el club no muestra credenciales para pelear campeonatos. El hincha peruano se entrega pero también exige. La responsabilidad del jugador ahora es doble por el previo berrinche que casi hace caer la operación. Eso no lo olvida el hincha. La luna de miel puede ser corta si no hay resultados. Así funciona el fútbol.