Cracks del marketing deportivo
El rey del
marketing deportivo en el futbol fue, durante muchos años, el inglés David
Beckham. Incluso ya retirado del futbol sigue facturando en grande. Adorado en
el mercado asiático y norteamericano, el inglés ha sabido hacerse una marca
fuerte obteniendo lucrativos contratos con marcas como Jaguar, adidas,
Motorola, Samsung, Pepsi, Giorgio Armani, etc. Los mercados asiáticos y
norteamericano le generan, además, bastantes dividendos.
Hace buen rato
que el futbolista profesional de primer mundo, ha sabido complementar su
trabajo con el mundo de la publicidad, vendiendo su imagen y generando ingresos
a través de productos de toda índole. Pero no todos pueden ser como Beckham.
Aparte de ser un buen jugador y un buen profesional, el físico cuenta bastante.
Algo que el inglés ha sabido explotar bien, al igual que el otro rey midas de
la publicidad: Cristiano Ronaldo.
El portugués es
de por si una marca (CR7) y es, hasta hoy, una de las piezas más importantes de
Nike (aunque va de salida ante la entrada de Neymar) en el mundo futbol.
Contratos importantes con empresas como Coca Cola, Motorola, Herbalife, KFC,
Samsung, Tag Heuer, Castrol, lo convierten en uno de los futbolistas mejor
pagados en términos publicitarios, incluso por encima de Lionel Messi, el mejor
futbolista de la actualidad.
El atractivo
físico suma para que el portugués tenga tanto arraigo entre las marcas. Eso
complementa su actitud y profesionalismo que lo convierten en un atleta casi
perfecto. Como todo atleta de primer nivel, despierta simpatías y antipatías. Y
eso es bueno para el producto que representa, claro está, en tanto no se
involucre en acciones antideportivas. Que hablen del siempre es lo que a las
marcas les interesa.
Messi tiene una
imagen menos poderosa que el portugués. Es más tranquilo, menos mediático en
acciones publicitarias. Atrae por su capacidad futbolística pero su
personalidad no es tan avasalladora como la del portugués. Vende por lo que
hace en el campo de juego y eso le basta. Es la figura más emblemática de
adidas y posee una línea propia, Team Messi. Además, ha establecido jugosos
contratos con marcas como Pepsi, Turkish Airlines, Head & Shoulders, Dolce
& Gabanna, Gatorade, etc.,
Hoy, detrás de
ellos, viene Neymar, con una capacidad marketera digna de los mejores tiempos
de Beckham. La juventud y el carisma del brasileño lo hacen apetecible para ser
imagen de cualquier producto. Hoy está a punto de ser el primer futbolista en
ser parte de la marca Air Jordan de futbol de Nike. Demás está decir que es la
apuesta máxima de Nike a futuro por encima de CR7.
Neymar cuenta
con una cartera de auspicios bastante extensa, incluso ayuda al Barcelona a
generarlos para el club. Esto habla de lo importante que es el brasileño no
solo en términos deportivos. Panasonic, Red Bull, Lupo, Volkswagen, son algunas
de las marcas que están con el ex jugador del Santos. La juventud del
futbolista es un plus importante a la hora de que las marcas proyecten una
asociación a largo plazo.
Digamos que el
marketing deportivo en el futbol ha pasado por 3 etapas:
Beckham-Ronaldo-Neymar. Es seguro que los dos últimos, al igual que el inglés,
seguirán facturando una vez retirados pero el presente los pone como dos
elementos publicitarios importantes en el mundo del futbol. Messi, a pesar de
todo lo que genera, no es visto como un icono del marketing deportivo. A
diferencia de los otros tres, no se ha preocupado por enfocarse demasiado para
ese lado. Por lo menos externamente.
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