Copa Libertadores: se mira y no se toca (ni se compite)
La primera fase de la
Copa Libertadores ya nos deja el saldo de dos equipos peruanos rápidamente
eliminados. Se repite la misma historia de siempre. Se habla más de lo que se
juega. Hace varios años, salvo escasas excepciones, ningún club peruano
siquiera es capaz de competir en Copa. Nos conformamos con uno que otro triunfo
aislado o alguna derrota por la mínima ante un rival de mayor fuste.
Clasificar al mundial
no ha solucionado nuestra realidad futbolística doméstica. Hoy el futbol se
juega a una dinámica que para el futbolista local es muy difícil de asumir. Por
eso se les pide que emigren apenas tengan la oportunidad. Hoy la selección es
básicamente conformada por jugadores con cierto recorrido en el extranjero.
Ayer Melgar confirmó lo
que mostró en Chile. Unas limitaciones tremendas para llegar al área rival. La
diferencia es que en Santiago tuvo la suerte de aprovechar un error del
conjunto local, algo que en Arequipa no existió. Que el Santiago Wanderers
milite en la segunda división mapocha es un accidente. Tiene nivel de equipo de
primera y un DT de categoría como Nicolás Córdova.
Igual es un factor que
dramatiza más la eliminación de los mistianos. A nivel local sin duda son
candidatos al título, pero justamente es ese detalle el que debe causar
preocupación sobre el nivel de nuestro torneo. Fuera de que esta pesimamente
organizado, no se dan las condiciones para que se genere un mayor nivel de
competencia que mejore el producto.
Lo de la U ante Oriente
es distinto. Con un equipo boliviano se compite por ser el menos malo del
continente. Esa llave la definió un error grosero de Raúl Fernández. De todas
formas, así hubieran ganado el análisis seria el mismo. Con el Wilstermann, ni
que decir del Vasco da Gama, el panorama hubiera sido mucho más complicado. En
este caso Troglio hizo lo que pudo, así de simple.
Con garra ya no basta
para competir en el máximo nivel. Se tiene que tener algo más que eso. Las
arengas y la venta de humo hay que dejárselas al hincha. Que el futbolista se
dedique a trabajar duro y sea consciente de que hay que mejorar todos los
estamentos del futbol peruano para poder iniciar una mejoría que nos permita
ser, aunque sea, competitivos a nivel clubes. La selección es una isla producto
del gran trabajo de Ricardo Gareca.
El aficionado ya está
cansado de las presentaciones pobres en Copa Libertadores y Sudamericana. Ya ni
el factor altura ayuda si es que no hay un plantel con aptitudes para la
competencia. Se tiene que contratar mejor y desarrollar un plan de trabajo en
menores que no obligue a los clubes a hacer debitar a cualquiera simplemente
por llenar la bolsa de minutos. Las figuras emergen naturalmente y no por
obligación.
Se viene la fase de
grupos ahora y tanto Alianza Lima como Real Garcilaso la tienen super
complicada, más aún viendo como debutaron en el torneo de verano. Tienen
rivales que les van a permitir hacer caja a nivel comercial, pero en el aspecto
deportivo van a sufrir mucho. De todos modos, jugar ante rivales como Boca y
Santos va a ser importante para que la exigencia les ayude a mejorar a futuro
tanto en el torneo nacional como en futuras participaciones coperas.
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