La Ley de Panini
Desde España 82 que no
había tanta euforia por un álbum producido por Panini. En realidad, por
cualquier álbum que tenga a la selección peruana de futbol como protagonista de
una cita mundialista. Por los quioscos peruanos han pasado, con más pena que
gloria, los correspondientes a México 86, Italia 90, USA 94, Francia 98, Corea-Japón
2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Tuvieron que pasar 8 mundiales
para que vuelvan los famosos “yala”, “nola” tan clásicos en los colegios allá
por los años 80.
La expectativa generada
por el álbum de Rusia 2018 ha ocasionado problemas de todo tipo. Stock agotado,
clientes agresivos, Intercambio de figuritas por WhatsApp, competencia anulada
por Indecopi, etc. etc. etc. Esto último porque Tres Reyes (ex Navarrete) saco
el suyo sin tener los permisos de imagen ni permiso para su distribución. Además,
para competir con Panini, le agrego premios y figuritas virtuales. No paso mucho
tiempo para que Indecopi les haga el pare.
Panini no calculo el
impacto comercial en el medio peruano y por eso es por lo que se han agotado
tan rápido los álbumes y los paquetes de figuritas. Que tengan que enviar más
lotes es un síntoma de que no esperaban tanta demanda. Es más, en otros países
la selección peruana ocupa un espacio menor en el álbum. Impacto de ventas en
territorio nacional supero cualquier tipo de expectativas. Se subestimó al
consumidor nacional. Siendo Perú el sexto país con más entradas compradas para
el mundial, se debió tener un mayor estudio de ventas.
Ha quedado claro que
somos un país 100% pelotero. Y esa afición se multiplica por 100 con la selección
en el mundial. Llenar el álbum es el primer paso para vivir el mundial Rusia
2018. Motivo de orgullo es ver a la escuadra blanquirroja formando parte de la
elite del futbol mundial. Si al final nos vamos rápido, no importa. La ilusión que
ha generado este mundial no se la quita nadie al aficionado nacional. Para
quienes vivimos la fiebre del 82, esta es una epidemia.
Mientras tanto que
Panini se rompa el coco con la distribución de álbumes y paquetones. Ya sin Tres
Reyes en el camino podrán tener una mayor capacidad de llegada. Eso sí, hay que
cuidar los precios. No hay que abusar de la demanda y mejorar la oferta. El mercado
es quien dicta las pautas, pero Panini es quien finalmente redacta las normas.
Y si hay gente dispuesta a pagar precios altos entonces el problema no es de
ellos. Así de simple.
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