Una final de lujo

El sábado 10 de noviembre arranca la primera de las dos finales de la Copa Libertadores 2018. Para muchos, dentro de los cuales me incluyo, la más importante de la historia, el clásico Boca vs River. La final deseada, el clásico más importante del continente y uno de los mas importantes del mundo. A veces falta buen futbol, pero lo que sobra es pasión. Dentro y fuera de la cancha.

Quien gane tendrá el control absoluto de las jodas por un buen tiempo. Difícil ponerse en la posición del perdedor. Golpe durísimo para quien quede segundo en el podio. Llegar a la final supone una alegría pues son pocos los que consiguen llegar a esas instancias. El dolor de perderla se multiplica por mil si el rival de ocasión es el clásico rival.

Boca y River son dos equipos que mueven mucho a nivel deportivo y comercial. Era la final deseada también por la CONMEBOL. Lo que va a mover en publicidad ese partido va a ser descomunal. Gol de media cancha para las marcas que patrocinan al torneo continental y a las que patrocinan a los clubes en cuestión.

Mención aparte para el club River Plate, que no tiene patrocinar principal. Hoy ese pecho debe costar millones, si ya de por si eran altas las cifras que se manejaban para ocupar el espacio que dejo BBVA (pudo tener a los dos finalistas, también estuvo con Boca). Ya si campeona, las cifras se elevarían mucho más pero un mundial de clubes es una buena oportunidad de exposición para cualquier marca.

Huawei en las mangas y Axe en los shorts son los patrocinadores de mayor importancia en el club de Núñez. Boca en cambio tiene una camiseta con mayor valor de mercado. Debuta Qatar Airways como patrocinador principal de un equipo del continente. Los resultados deportivos seguramente harán que intente entrar a otros mercados de Sudamérica. Aparte de Boca, hoy auspicia a la Roma de Italia.

Sera además un duelo de marcas Nike vs adidas, algo que no se había dado en Copa. El último campeón de la marca de la pipa fue Nacional de Medellín en el 2016 mientras que River Plate fue el ultimo campeón de la marca de las tres tiras en el 2015. Gremio, con Umbro como patrocinador, es el actual campeón de la Copa.

Es una final de dos equipos del mismo país pero que tiene hinchas por todo el mundo. La expectativa hubiese sido distinta si la final era entre Gremio y Palmeiras o entre argentino/brasileño. Lo que genera un Boca-River no lo genera ningún otro duelo. Dicen que lo mas parecido es un Central-Newells, pero habrá que vivirlo para hacer tal comparación. Un Barca-Real Madrid como final de Champions también genera lo mismo, aunque el europeo tiene menos pasión que el sudamericano.

Ser copero es ser Boca, ser River. Equipos que están hecho para las grandes definiciones. La fase de grupos es calentamiento. Los enfrentamientos de eliminación directa es lo que los alimenta. Ahí la jerarquía florece. Saben jugarla. Si uno tiene la oportunidad de eliminarlos en la primera fase y falla, hay que lamentarse después porque este tipo de clubes no perdonan.

Todos tenemos un favorito o hinchamos por uno o por el otro. Pero al final los que mas van a sufrir durante 180 minutos son los argentinos. Ya después uno gozara y al otro le costara recuperarse del golpe. Los que estamos del otro lado del continente vamos a presenciar un espectáculo deportivo de primer nivel. Con su chelita, su roncito o su pisquito.