Una final de verguenza
La final de la
Copa Libertadores sigue en el limbo. Si bien la CONMEBOL ya decidió que se
tiene que jugar, los presidentes de River y Boca han entrado en una guerra dialéctica
que amenaza con no encontrar eco en la determinación del organismo
sudamericano. Se habla de Asunción, Miami y hasta Doha, como posibles
locaciones. El problema mayor reside en que Boca no quiere jugar el partido, dándoselo
por ganado en la mesa.
La postura del
conjunto azul y oro es tan valida como la que asumió River 2015 en el famoso
episodio del gas pimienta de la Bombonera. Hay un reglamento que se tiene que
respetar y sanciones que se tienen que dar. Siendo la final comercial deseada
por la CONMEBOL, la posibilidad de que se le otorgara los puntos a Boca era
casi imposible. Ahora incluso el TAS podría tener injerencia sobre el resultado
final.
Todo es una vergüenza
que ha dado la vuelta al mundo. Gente que viajo especialmente para ese partido
tuvo que regresarse sin haber disfrutado de lo que supuestamente era una
fiesta. Todo gracias a un grupo de energúmenos que han encontrado en el futbol
una poco inteligente manera de sacar a flote sus frustraciones.
El manejo que
le dio el ente sudamericano a lo sucedido el sábado fue realmente vergonzoso.
Intentaron que se juegue el partido a como dé lugar a pesar de haber 3
jugadores heridos. Priorizaron el negocio por sobre la salud de seres humanos.
Lo que se debió suspender de plan, se postergo 2 veces hasta que finalmente se decidió
que el partido no iba. Lamentable.
Creo que los
partidos se tienen que ganar en la cancha. Mas aun si es una final. Pero también
creo que los reglamentos hay que hacerlos cumplir y no pasar por alto ciertas
situaciones por proteger el producto comercial. Al final los grandes
perjudicados no solo son los clubes, sino también los mismos sponsors que se
ven involucrados en una situación que no es buena para la imagen de nadie.
Parece que la opción
de declarar desierto al campeón no es viable para la organización. Sería lo más
justo para castigar a un futbol en donde los violentos han ganado hace rato.
Ahora ya internacionalizaron su violencia. Se manejan varias opciones, pero habrá
un campeón si o sí. Claro, un campeón (sea Boca o River) que va a quedar manchado
históricamente. Al final todos pierden….menos la CONMEBOL.
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