Perú más blanco que rojo

Mezclar política con deporte puede ser un coctel difícil de digerir. Más aún cuando en el Perú hay una polarización tremenda con respecto a las opciones que se van a disputar la presidencia del Perú este 6 de junio. Y peor, aún, si una de las partes en contienda se siente aludida por mensajes que han mandado una buena parte de los seleccionados nacionales de fútbol.

En una democracia, el respeto a una opinión diferente es fundamental. Un futbolista es un ciudadano, y como tal tiene derecho a expresar una posición con respecto al destino político del país. Los críticos dicen que no pueden hacerlo usando la camiseta nacional. Bueno, no están concentrados, no llevan puesta la camiseta OFICIAL (marathon o si quieres ser más melodramático, la Umbro del mundial). Claudio Pizarro hace más de tres años no juega en la selección y ya está retirado (único con Umbro).

Queda claro que los que critican de manera absurda, no hubiesen sido tan severos si es que los jugadores hubieran mandando un mensaje más afin al candidato comunista ( en los videos ninguno habla a favor de Keiko, son los mismos socialistas que se dan por aludidos al escuchar la palabra DEMOCRACIA). Habría que recordarles que la camiseta no es un símbolo patrio. Y si así lo fuera, ellos mismos están faltando el respeto mostrando fotos de una camiseta en la basura. 

El problema no es que expresen una posición política, el problema es que se pongan del lado que no le gusta a cierta parte del aficionado. Lo más fácil sería mantenerse a margen pero seria un facilismo similar al de votar en blanco o viciado. Esa poca tolerancia es lo que preocupa de darse un gobierno de izquierda radical. Todos tienen derecho a involucrarse. Incluso los que están a favor del candidato Pedro Castillo. 

Involucrarse con ideas y propuestas, no con insultos. Poco inteligente ( y poco tolerante al sentir de gente que piensa distinto) la intervención en redes del hermano de Renato Tapia. Genera un innecesario conflicto en el seno de la selección simplemente porque no comparte la posición política de otros jugadores. Creer que se les pago forma parte de las teorías de conspiración que esta gente inventa cada vez que no se hace lo que ellos quieren.

El fútbol es un deporte demasiado hermoso como para que un clima tan tóxico como el que venimos sintiendo a nivel electoral terminé por eliminarnos de Qatar 2022 antes de que termine el año. Como diría el Tigre Gareca, Pensá.