La santa paciencia

No la tenemos y punto. Creemos estar en capacidad de exigir sin dar nada a cambio. No clasificamos desde el 82 pero todavía creemos que somos potencia en sudamerica(¿si acaso alguna vez lo fuimos?). Vamos al estadio a putear pero al mismo tiempo a conversar de todo menos de fútbol. Aplaudimos a los cracks que vienen de afuera(fotito para el sobrino mismo Burga con Ronaldinho alguna vez) y liquidamos a los nuestros al primer error.

El aficionado peruano tiende a ser bastante duro cuando las cosas no funcionan. La paciencia no es precisamente una virtud, mas bien carecemos de ella y de muchas cosas más. La ansiedad por conseguir los resultados a corto plazo atentan contra la posibilidad de trabajar tranquilo y con procesos de largo alcance. No entendemos que hace más de 28 años no logramos nada importante a nivel selección.

Sin embargo, la afición no tolera eso. Todavía está convencida de que los Cubillas, Uribes, Sotiles, etc, están reencarnados en algunos de nuestros futbolistas actuales. Tenemos buenos jugadores sin duda, pero no en la cantidad suficiente como para aspirar a lograr los objetivos de una manera clara y contundente. Vivir en el pasado no aporta en absoluto. Apelar a los goles de Cubillas en el 78 o los de cachito en el 69, no ayuda en nada a poder trabajar en el presente y en el futuro. En este caso la prensa tiene responsabilidad.

La semana pasada salió la primera convocatoria de Markarián para comenzar a trabajar con miras a futuros compromisos y ya la gente comenzó a criticar a los convocados. Es normal que existan jugadores que no son del paladar de la gente pero el técnico es el uruguayo y hay que apoyarlo por más que no nos gusten sus decisiones. Estoy seguro que sabrá sacarles lo mejor de cada uno con miras a poder formar parte del proceso mundialista.

En el Perú existen 27 millones de entrenadores, no hay duda al respecto. Nadie jamás estará conforme en su totalidad con las convocatorias. Ni los de Alianza con los jugadores de la U; ni los de la U con los jugadores de Alianza. Si queremos aspirar a pelear un cupo para el mundial, debemos dejar de lado este divisionismo y juntarnos todos en pos de un objetivo común. No por nada a la afición se le conoce como el jugador número 12.

El consenso que se logró con la contratación de Sergio Markarián no se puede quebrar porque convocó a tal o cual jugador. Estos miniciclos de entrenamiento, son eso: miniciclos. No es la lista final ni mucho menos. Quiere ver a todos los jugadores que él crea seleccionables para después decidir si forman parte de la lista eliminatoria o no. No hay porque comenzar a ser negativo ni pesimista. Parece que mucha gente disfruta siendo anti-selección y está esperando el primer tropezón para enfilar toda su artillería contra los jugadores y cuerpo técnico.

Lamentablemente Burga se va a quedar. Hacer bilis ya no sirve a estas alturas del camino pues es evidente que las balas no le entran a este sujeto. Contratar a Markarián le ha dado nuevos aires y le ha dado menos protagonismo( como a él le encanta).Esperemos que el proceso no se manche y que no siga generando más anti-cuerpos de los que ya tiene.

En un país donde el tráfico es capaz de sacar de quicio hasta al más sereno, hay que comenzar a darle un respiro a la selección. Hay que asumir nuestra realidad para que, a partir de ahi, se puedan lograr los pasos adecuados para volver a mostrar una imagen futbolistica más acorde con la historia de nuestro balompie. No fuimos, no somos., ni seremos potencia, pero si podemos brindar un juego de alta calidad como lo mostraron Aurich, Alianza y la U en la Copa Libertadores 2010.

Son cuatro años y no cuatro días ni cuatro meses. Hay que tener paciencia, nada más. Con Markarián, el trabajo está garantizado.

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