Se busca mentalidad ganadora

La fragilidad mental el deportista peruano es un tema que se viene discutiendo desde hace varios años y de distintas formas. Se habla del miedo a ganar, del miedo al éxito. Le cuesta asumir situaciones de alta presión, más aún cuando corre con todos los boletos a favor. Cuando más posibilidades tiene de conseguir cosas importantes, se apaga ante la expectativa general. Le cuesta sumir roles protagónicos y prefiere ser un actor secundario antes que principal. Se da un nivel de timidez deportiva que genera que al deportista peruano se le califique de frio o de tener poca sangre.

En el futbol vemos más ese tipo de situaciones. Se habla mucho de falta de concentración pero no es normal que nos generan-y concreten- situaciones de gol en los últimos minutos de los encuentros. Solemos perder partidos en minutos finales por errores propios mas que por virtudes del rival. Metemos un gol y automáticamente lo defendemos hasta que podamos sin tener la capacidad de liquidarlo cuando se tiene que hacer. Nos hemos acostumbrado a sufrir y eso no es bueno pues a pesar de que se logren uno que otro resultado, la mayor parte del tiempo vamos a perder.

Lo normal nos cuesta el doble. Cuando la presión ya no existe somos capaces de ganarle a cualquiera. Cuando tenemos la responsabilidad, nos cuesta un mundo. Peor cuando tenemos el objetivo cerca, nos agarra el miedo escénico y perdemos todo en cuestión de minutos. Al vóley le esta pasando eso, sufriendo partidos y no siendo capaz de cerrarlos cuando tiene que hacerlos. Muchos veneran a Natalia Malaga por su forma de ser, pero no creo que sea solución putear a las chicas. Puede que haya funcionado en determinada circunstancia pero no siempre será igual.

No es algo que se arregla de la noche a la mañana. El estudio de la mente humana requiere de análisis más profundos. La mente del deportista lo requiere permanentemente. No tener un psicólogo en deportes de alta competencia es un lujo que ningún deportista puede darse, más aún si quiere lograr la excelencia a nivel profesional. La presión de la competencia es algo con lo que el deportista tiene que saber lidiar si quiere llegar a destacar en su área. No poder asumir esa presión simplemente no te llevará a ningún lado.

Talento sin mentalidad ganadora solo te da cierta notoriedad pero no un nivel de excelencia total. Una mente fuerte logra alcanzar objetivos más amplios: campeonatos, clasificaciones mundialistas, olimpiadas, etc. Una buena cabeza te prepara para afrontar los tropiezos y los triunfos. Quien no esta preparado, se marea en el éxito y se hunde con el fracaso. Hay que estar listo para estar en capacidad de asumir tales escenarios. Hay casos de deportistas que se marearon y hoy están fuera del ojo publico, como también de aquellos que lograron alcanzar el éxito tras muchos tropiezos.

Cada deportista es distinto. Por ello cada uno necesita un asesoramiento distinto. Si Natalia Malaga cree que gritando y faltando el respeto va lograr algo, se equivoca. Tal vez le sirva para determinado momento de un partido pero eventualmente lo que va a generar en la jugadora es rechazo, por más que públicamente no lo diga. La mente ganadora se pule y no se nutre de la noche a la mañana. Lamentablemente no se trabaja mucho en ese aspecto en nuestro medio.

Dos de nuestros futbolistas con mayor temperamento son Zambrano y Guerrero, cuyas carreras se han desarrollado prácticamente en Europa y no acá. Son jugadores que tienen una formación alemana, creados para el deporte de alta competencia-exigencia y en donde la palabra perder es considerada una mala palabra. Han crecido en un entorno distinto que los ha hecho jugadores distintos y eso se ve claramente reflejado en los partidos que juega la selección. Queremos más jugadores de esa raza por ello considero que mientras más jóvenes emigren, mejor para el Perú.








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