El ocaso de un jugador


Lejos quedó aquel jugador que deslumbró con su gran pegada en tierras argentinas vistiendo la camiseta de Colon Santa Fe. Un par de goles de tiro libre(a Independiente y Boca) y un golazo ante el Almagro, habían puesto el nombre de Juan Vargas en la agenda de los principales medios argentinos como un jugador a seguir. Incluso el equipo xeneize había comprado el 10% de su pase en una operación que nunca se entendió porque el jugador peruano jamás vistió la azul y oro.

Llegó a Santa Fe con Juan Cominges, siendo este el jugador que apuntaba a ser la figura del elenco pues tenía un mayor cartel en ese momento. A punta de buenas actuaciones, de una gran pegada y de una gran potencia física, Vargas se consolidó en el elenco rojinegro. Mientras tanto, a Cominges le costaba más y las lesiones comenzaron a jugarle en contra.

Con el tiempo y los goles, aparecieron las ofertas europeas por el mal llamado “Loco”. Primero el Portsmouth de Inglaterra y luego el Catania Calcio de Italia. Finalmente, y a pesar de haber casi cerrado con el elenco inglés, optó por emigrar al futbol italiano. Después de varios años, Perú volvía a tener un jugador en Serie A. Desde los tiempos de Patrulla Barbadillo en el Avellino y Udinese, para ser más preciso.

Poco a poco, el peruano fue agarrando viada y convirtiéndose en figura del equipo siciliano, destacando por sus goles pero también por sus ocurrencias, las mismas que a la larga le pasarían factura por no saber medirlas. Su capacidad ofensiva era una de sus mayores virtudes. A pesar de que era lateral izquierdo, se potenciaba cuando iba al ataque y con ello disimulaba un poco sus falencias defensivas.

Los sondeos de parte de los principales equipos del mundo comenzaron a rondar. No se puede hablar de ofertas porque no hubo contactos oficiales pero si se hablaba del Inter, del Real Madrid, de Juventus. Finalmente la Fiorentina lo compró por 12 millones de euros (el Catania lo compró a Colon en 4 millones). Firenze era su próximo destino en el competitivo futbol italiano, con la posibilidad de jugar torneos internacionales.

Luego de un inicio complicado, con Cesare Prandelli encontró su mejor nivel. El hoy técnico de la selección italiana, sacó la mejor versión de Juan Vargas. Lo subió a la volante y desde ahí su responsabilidad defensiva era menor, lo que implicaba una mayor libertad para potenciar sus virtudes ofensivas. Comenzó a anotar varios goles y nuevamente su nombre comenzó a sonar en los mejores equipos de Europa. La Fiore no quiso venderlo.

Decisión que hoy debe pesar en el conjunto de Florencia. El jugador subió varios kilos, perdió potencia, se desordeno a nivel personal y pasó de ser un jugador cotizado a uno prescindible. Cedido al Genoa para luchar por no descender, hoy está a punto de recibir su carta pase como jugador libre. Una lástima para alguien que tuvo todas las condiciones para ser de los mejores del mundo en su posición.

Antes lo buscaban, hoy es él quien busca acomodo en algún equipo de Europa o de Sudamérica. Incluso se especula con un retorno al Perú para defender al equipo de sus amores, Universitario de Deportes. A sus 29, regresar al Perú podría significar un cierre anticipado a una carrera que pudo ser mejor. Podría tentar un retorno al futbol argentino o ir a Brasil tal vez, mercados que le garantizan seguir a un nivel importante.

Al final, uno cosecha lo que siembra. En todo caso, es el mismo jugador quien tendrá la oportunidad de tomar la decisión adecuada que le permita seguir vigente en el futbol internacional y no caer en el olvido de quienes no supieron-ni pudieron-sostener una carrera acorde con el talento.

 

 

 

Comentarios

Entradas populares