Copa Libertadores no es obsesión, es desazón.

Arranco la Copa Libertadores edición 2014 y nuevamente parece que la estadía de los equipos peruanos será tan corta como en años anteriores(a excepción de la campaña de Real Garcilaso del año pasado). Valgan verdades, no debería sorprender, dada la poca capacidad de planificación, malos refuerzos y a que el campeonato nacional es tan malo que no merece ser calificado de competitivo.

A estas alturas, sin contar a Cristal eliminado en primera fase, se han logrado solo 3 puntos de 18 posibles. Una cosecha bastante pobre pero que refleja la poca capacidad de los equipos peruanos para aspirar a papeles más decentes. Garcilaso arrancó bien pero luego sufrió dos derrotas consecutivas que lo han devuelto a una realidad esperada, dado que no se reforzó adecuadamente para esta edición de la Copa.

Lo de la U es más preocupante. Perdió todos los partidos que jugó y no anotó ni un solo gol. A mitad de marzo no ha ganado ningún partido contando los del campeonato local. Como campeón vigente, tiene una responsabilidad mayor y lamentablemente no ha dado la talla en un campeonato que tiene a los elencos peruanos como las cenicientas del torneo. Ya es una constante en torneos sudamericanos, salvo contadas excepciones.

Para enfrentar un torneo de la magnitud de la Libertadores, no alcanza con mantener al equipo que logró el título. Localmente, tal vez sirva, pero a nivel internacional es un riesgo que ha tenido sus consecuencias. Universitario podría terminar último y sin punto alguno, lo cual sería catastrófico para sus hinchas. Más aún en un grupo que parecía accesible antes de comenzar la Copa.

Si comparamos grupos, es evidente que el Real Garcilaso la tiene más complicada. Cruzeiro es el actual monarca del brasileirao y Universidad de Chile siempre es candidato en este tipo de eventos, especialmente desde que Sampaoli los dirigió. Defensor Sporting nunca es fácil como buen equipo uruguayo que es. Si a eso le sumamos que no se han reforzado adecuadamente, el grado de dificultad incrementa. Ya no es el equipo sorpresa del 2013.

La U, en cambio, parecía que podía tentar una clasificación en un grupo donde el favorito es Vélez de Argentina, De ahí en más, los otros 3 del cuadro podían competir en igualdad de condiciones para agarrar el segundo cupo. Paranaense es, tal vez, el peor equipo brasileño de la Copa y The Strongest depende mucho de su localia. Lamentablemente la U ha perdido ya dos partidos de local y además uno de visita ante él, teóricamente, más débil del grupo.

Todo esto simplemente confirma que el nivel local de nuestro futbol es bajísimo y, por ende, pretender que venga Bielsa a revolucionar el mercado, es una utopía. No estamos en posición de exigir un entrenador de talla mundial si no estamos en capacidad de ofrecerle un producto atractivo que lo haga soñar con lograr algo grande. Sin las herramientas adecuadas, ni Mandrake nos lleva al mundial. La Copa confirma todo.