Simplemente, Messi.
Lo que Messi hace en
la cancha es impresionante. Imposible describirlo en una sola palabra. Los
calificativos sobran a la hora de hablar del mejor futbolista del momento (de
la última década y tal vez de todos los tiempos). No es un jugador común, es un
dotado del balón que cada día demuestra que los records tienen fecha de expiración
cuando de romperlos se trata.
Para Messi, es bueno
que exista Cristiano Ronaldo. Lo hace un mejor jugador y lo obliga a tener
actuaciones como las de ayer en el clásico español. Semana a semana compiten
por el trono del fútbol mundial, regalándonos goles de todas las facturas. Dos
jugadores que tal vez no se lleven bien pero que necesitan del otro para estar
en donde están.
Con el Barcelona,
Messi ya hizo historia, Es el goleador histórico del club y el mejor jugador de
todos los tiempos. Ahora va en busca de ser el goleador histórico de la UEFA
Champions League, le falta poco para superar a Raúl. No hay límites para el
jugador argentino que ha demostrado que ni las lesiones lo desmotivan. Cada vez
que regresa, el show está asegurado.
Como cualquier
jugador, tiene partidos malos. Pero asumir que está de bajada, es un error
mortal para los rivales. El rosarino no responde fuera de las canchas, sino
adentro. Con goles, su mejor carta de presentación. Y siempre en los partidos
de mayor cartel como el de ayer o en Champions ante el poderoso Manchester
City. Nunca se borra y siempre aparece con un poco de magia para callar a sus
detractores.
El producto Messi
vende y bien. Eso lo saben muy bien las marcas que lo patrocinan y aquellas que
quisieran patrocinarlo. Es la imagen más importante de Adidas y Pepsi. Esta
última, al no ser sponsor oficial del próximo mundial de futbol, le va sacar el
jugo a la participación del jugador argentino en la previa del mundial. Total,
tienen al mejor jugador del mundo.
Ya ganó todos los
premios individuales posibles. Ya tiene títulos de Liga, Copa y Champions con
el Barcelona. Solo le falta el más deseado: Campeón del mundo con Argentina. En
su tercer mundial y tiene todas las intenciones de lograrlo, más aún en la
tierra de sus máximos rivales, como es Brasil. El cuatro veces Balón de Oro
sueña con una final ante los cariocas liderados por su amigo Neymar. Sería la
final ideal para todos los amantes del deporte rey.
Empezó lento el año
pero ya calentó motores. Leo Messi ha devuelto a la vida al Barcelona en Liga.
Ojo que la lucha no solo es con el Real sino también con el Atlético.
Subestimar al equipo de Simeone puede ser fatal para sus rivales. Messi lo sabe
también y por eso va por más títulos. No se ha aburrido de ganar, como dejó
entrever Ángel Cappa hace un tiempo.
Por lo pronto la
lucha con el Atlético se extiende a la UEFA Champions League. Ahí Messi se las
verá con otro goleador top como Diego Costa. Oportunidad para que el argentino
se acerque-e incluso pase- a Raúl Gonzales como líder goleador histórico del
torneo. El futbol debe sentirse agradecido de que Messi pise una cancha todos
los fines de semana y regale su arte a granel.
Muchas gracias,
maestro.
Comentarios
Publicar un comentario