Todo sirve
En un mundo
de apariencias, nuestra selección suele presentarse como una alternativa viable
como sparring para distintas selecciones del orbe pero confundida en un manto
de sobrestimación por el aficionado peruano promedio, que todavía cree que
contamos con Cubillas, Cueto o Velázquez. Vivir del recuerdo es elemento
suficiente para darle un status, que jamás tuvo, a una selección de orden menor
a nivel mundial.
Vivimos
permanentemente en la contradicción de quejarnos por pactar amistosos con
equipos aparentemente débiles pero también lo hacemos cuando se pactan
encuentros ante rivales claramente más fuertes. La consigna es siempre reclamar
y quejarse ante cualquier circunstancia que rodea a nuestra alicaída selección
nacional de futbol. No tenemos los elementos necesarios para luchar
clasificaciones mundialistas pero solemos endiosar, semana a semana, alguna aparición
nueva en nuestro mediocre torneo nacional.
Los partidos
pre mundial ante Inglaterra y Suiza fueron un reflejo de que estamos años luz
en competitividad con equipos europeos. Inclusive a nivel sudamericano no
estamos al ritmo de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, Chile e incluso
Ecuador. Jugar ante esos rivales sirve, como también sirve jugar ante Panamá,
Irak, Oatar, rivales post mundial. La consigna de ganar partidos seguidos para
generar confianza es válida en este tipo de procesos en busca de ser más
competitivos.
Jugadores
tenemos, aunque no los suficientes para tentar una clasificación al mundial. Lo
poco que generamos y se va, regresa al poco tiempo en busca de continuidad en
un torneo que no tiene nivel. Cualquier división europea es mejor que nuestro
campeonato. Ahí los jugadores agarran otro ritmo y se potencian física y
mentalmente. Es verdad que solo los que muestran algo más quedan pero vale la
pena morir en el intento y no regresar rápidamente.
Hoy nuestro
universo de jugadores todavía depende de una estructura formada por Guerrero,
Pizarro, Vargas, Farfán y Cruzado. Con un presente distinto, cada uno todavía
tiene para aportar lo suyo dado que, aparte de Zambrano si se tranquiliza, no
ha aparecido alguien con dotes de líder de grupo( para bien o para mal según
como lo mire cada uno) que tenga la capacidad de guiar a los que vienen atrás..
Esperanza a
futuro en jugadores que han podido salir adelante en Europa tipo Jean Deza y
Yordy Reyna, en Francia y Austria respectivamente. Hoy están en capacidad de
aportar más que otros que pegaron la vuelta por no estar a la altura de las
circunstancias. Ser figura en el torneo domestico no es garantía de nada. Si te
da opciones de emigrar pero remando desde abajo, siendo persistente y tenaz.
Es cierto que
Pablo Beingochea tal vez no sea el técnico idóneo para la selección pero
tampoco podemos pretender tener uno A1. Nadie arriesga prestigio, más aun en un
medio donde los cuestionamientos son a corto plazo. Así lo sufrió el mismo
Markarian, un DT con un alto índice de aprobación cuando tomó las riendas del
seleccionado. Ser novato no le quita capacidad pero si le da un mayor grado de
responsabilidad ante los resultados.
Empezando con
asumir nuestras limitaciones y nuestra posición a nivel futbolística, es que
vamos a poder tentar un mejor futuro. No somos más que nadie y si menos que
mucho. Duele pero es cierto, los resultados hablan por sí solos. Jugando contra
todos, sin creernos lo que no somos, nos va a servir para corregir errores y
reforzar virtudes. El panorama no va a cambiar de la noche a la mañana pero si
el medio para labrar un mejor futuro.
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