Un tranvia llamado Bayern
No cabe duda que hoy
por hoy la UEFA Champions League es el torneo de clubes mas importante del mundo.
Como en toda competencia, siempre hay equipos que no dan la talla, pero al
final de cuentas los mejores equipos siempre terminan por imponerse en base a
efectividad y alta competencia. Equipos como el Barcelona y el Bayern de Múnich
son permanentes animadores por la exquisitez de su juego.
Jugar bonito no te
garantiza el éxito, pero si mayores posibilidades de alcanzarlo. Hoy, el Bayern
de Múnich de Guardiola, es el equipo que mejor futbol practica en Europa. Me
atrevería a decir que por encima del Barcelona de Luis Enrique y del tridente
MSN. No solo gana bien, arrolla a sus rivales. Un equipo con contundencia y
estilo bien definido. En la Bundesliga no tiene rivales.
Aplica las tres G del
futbol: Gana, golea y gusta. El Bayern
es un equipo que nunca ha necesitado de jales mediáticos ni de fichar a granel.
Un par de fichajes por temporada siempre les ha bastado para dominar en
Alemania y competir internacionalmente. Recién con Javi Martínez decidió pasar
la barrera de los 40 millones por jugador. Ya antes habían llegado Luca Toni y
Frank Ribery, aunque por montos menores.
La temporada pasada
llego Lewandowski, y esta temporada Arturo Vidal. En el caso del polaco, un
producto hecho en la Bundesliga. Los muniqueses suelen fichar siempre a los
mejores de la liga local y recién hace unos cuantos años están comenzando a
mirar afuera con mayor acuidad. Igual, la política del club es contratar poco y
bien.
El proyecto de
Guardiola se inició justo después del triplete de Jupp Heynckes. A nivel
doméstico sigue liderando con comodidad la Bundesliga. La deuda está en Europa,
objetivo primordial del español desde que asumió como entrenador. La temporada
pasada estuvo cerca, pero se topó con un Barcelona en estado de gracia. Hoy la
realidad es distinta para ambos equipos, uno se muestra solido pero terrenal
mientras que el Bayern es una máquina.
Igual el futbol es de
momentos. En instancias decisivas, uno se levanta con el pie izquierdo y queda
eliminado. No importa si es mejor equipo o no. Así están dadas las reglas en el
futbol. Por eso es tan impredecible como hemos visto muchas veces. De todos
modos, esta versión 2015-16 del Bayern de Guardiola es un espectáculo para la
vista. Imposible no disfrutar de un estilo que propone ganar jugando bonito.
Hoy, para quien
escribe, es el favorito, no uno de los, sino EL favorito. Por encima del
tridente del Barca, del presupuesto del PSG y de la historia del Real Madrid.
Hay motivos suficientes para considerarlo, también, uno de los mejores equipos
del Bayern de la historia. Difícil encontrar jugadores tan polivalentes como
Thomas Müller y Phillip Lahm, jugadores claves dentro del funcionamiento de
Guardiola.
Jugar en el Allianz
Arena, es una pesadilla para cualquiera. Todo visitante se va con la canasta
llena. No importa el rival, el Bayern arrolla sin contemplaciones. Es lo mismo
llamarse Shaktar, Inter o Arsenal. Los alemanes no hacen distinciones de ningún
tipo a la hora de llenar de goles, al contrario. Para el Pep, al rival se le
respeta anotándole la mayor cantidad de goles posibles. La misericordia no
forma parte del diccionario Bayern.
La historia del Bayern
no le permite otra cosa. La historia de Josep Guardiola, tampoco. Se han unido
dos filosofías que priorizan, y predican, el buen juego a través de la posesión
y el respeto a la pelota. Los resultados son consecuencia de ambas cosas. Ganar
esta en el ADN del Bayern Múnich y eso todos los saben. La práctica y la teoría
se complementan muy bien en este proyecto alemán de Pep Guardiola.
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