La palabra del mudo

Para muchos, y me incluyo, el mejor zaguero que ha producido el futbol peruano en los últimos 10 años. Elegante y técnico. Una muralla sin necesidad de ser rustico y/o rudo. Ese es Alberto Rodríguez, alias el Mudo. Un caso raro, un caudillo de la retaguardia sin don de mando pero efectivo a la hora de defender. Las lesiones le imposibilitaron desarrollar una carrera de mayor jerarquía en tierras europeas.

Figura en Sporting Cristal y Sporting Braga, en donde jugó una final de Europa League( cayeron ante el FC Porto de Radamel Falcao). Llego al Sporting CP de la mano de su técnico en el Braga, Domingos Paciencia. Y ese en ese club donde paciencia no hubo con sus lesiones. De ahí se fue al Rio Ave aunque ya no con la brillantez de su etapa en el Braga. La fama de jugador de cristal no se la volvería a sacar nunca mas.

Y es en Cristal, supuestamente su casa, en donde recupera continuidad. A nivel local es un jugador que marca las diferencias pero son sus constantes lesiones lo que pone en duda su regularidad en cada inicio de temporada. Luego de una gran Copa América todos pensábamos que se iba a ir a jugar al extranjero. Ofertas hubieron pero parece que ninguna lo convenció y prefirió estar parado algunos meses hasta que ficho por Melgar donde solo jugo un puñado de partidos.

En el proceso, rechazo una oferta del Colon argentino por no satisfacer sus pretensiones económicas. Hoy, luego de algunos idas y vueltas con la gente de Peñarol, se confirma que jugara en Universitario hasta fin de año. Aunque es difícil precisar si en el trayecto utilizara la clausula de salida en caso llegue, una vez más, una oferta del exterior. El manejo poco claro con la gente uruguaya puede que le cierre algunas puertas. Identificado con Sporting Cristal, al jugador poco parece importarle generar empatía con la hinchada del club por el que juegue.

Es valido que un futbolista profesional vele por sus intereses económicos. Nadie se puede meter en el bolsillo de nadie. Pero también es justo que ese mismo futbolista sea claro en sus objetivos profesionales a corto plazo. Pudo haberse quedado sin soga ni cabro. Se rumorea que el club crema le habría aumentado la oferta económica. No habla muy bien de una institución que debería exigir compromiso a sus jugadores desde el día uno.

La hinchada esta dividida. Algunos no lo quieren en el club. El jugador tendrá que demostrar el doble en la cancha para cambiar las dudas por aplausos. Es lógico después de todo lo que genero. A la primera lesión también será visto con ojos fiscalizadores. El mudo tiene la palabra final. Que hable en la cancha que es donde mas le importa al hincha. Que de lo demás se ocupe el club.

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