La insoportable levedad del ser soberbio
La soberbia en el
futbol se paga caro. Dar por sentado un resultado suele ser peligroso en un
deporte en donde la lógica no siempre se cumple. Es más, es motivante para
quien recibe tal desprecio resultadista. Casos hay miles. Uno tiene que
confirmar en la cancha lo que supuestamente en el papel es. Chile pensó que
siendo bicampeón de América ya tenía su pasaje asegurado a Rusia 2018. Error
mortal, todos querían ganarle y lo hicieron.
A puertas del partido
más importante de los últimos 35 años, los peruanos estamos cayendo en el mismo
error de los chilenos. Subestimando a un equipo como el neozelandés que es toda
una incógnita, lo que lo hace super peligrosos. El ranking FIFA ni lo tomemos
en cuenta. En mal momento nos pone en el puesto 10. Nos infla el ego de manera
temeraria antes de un encuentro tan importante.
Es verdad que el
triunfalismo viene del hincha y no del comando técnico y jugadores. Pero es
inevitable que haya un cierto contagio, así no lo digan públicamente. Jugador
por jugador, hay una evidente ventaja en el nivel competitivo de los jugadores
peruanos, Juegan en ligas más competitivas y tienen un mejor cartel. De eso
mismo se cuelga Nueva Zelanda para poder ganar. De la subestimación. Ir como la
victima suele ser una ventaja para estos equipos.
Físicamente son muy
fuertes. Por arriba será complicado llegarles. Y nuestros centrales tendrán que
estar muy alertas a ello. Es mentira que tengan jugadores part time. Todos son
profesionales así algunos jueguen en ligas menores de EE. UU. y a nivel local.
Decir que les vamos a hacer 15 goles es un absurdo total. Ni México en sus
mejores épocas los paso por encima. Habría que analizar los partidos de ida y
vuelta contra los mexicanos en el repechaje pasado.
Erróneamente se dice
que ellos también subestiman a Perú. Falso porque siendo un país en donde el
futbol está en un tercer plano, es lógico que solo tengan como referencia en
Sudamérica a potencias como Brasil, Argentina o Uruguay. No hay que ofenderse
porque Perú no está en capacidad tampoco de mirar a los otros por encima del
hombro. Somos una selección chica en el continente y es lógico que prefieran
jugar con nosotros a hacerlo con los países mencionados.
Australia ya elimino a
Uruguay de Alemania 2006. Bajo esa premisa no es descabellado que un equipo
inferior técnicamente le gane a otro de mayor envergadura. El largo viaje es un
factor que también puede incidir en el resultado final. A diferencia de Uruguay
esa vez, nosotros tenemos la ventaja de jugar la vuelta en Lima. Hay que
aprovechar esta oportunidad al máximo. Eso sí, si jugamos como lo hicimos ante
Colombia, seguramente la clasificación será harto complicada.
En la puerta del horno
se quema el pan, dice el dicho. Sería una lástima que nos ahoguemos en la
orilla por ningunear al rival de turno. Este tipo de partidos hay que tomarlos
como si al frente estuviera Brasil o Alemania. Dependerá mucho de la actitud de
los jugadores. Mentalidad ganadora si, triunfalismo no. Hay que tener fe, están
pasando cosas y en noviembre hay que terminar con la sequía de 36 años sin
mundiales.
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