Maradon’t


Maradona está de vuelta en el fútbol argentino. Como entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Su tercera experiencia ( en Argentina y sin contar su paso por la selección) luego de haber dirigido en los 90s a Mandiyu de Corrientes y a Racing Club. Ciclos que fueron más que desastrosos para alguien que luego volvió a vestirse de corto para despedirse definitivamente de la práctica deportiva en 1997 con la camiseta de Boca Juniors.

No cabe duda de que es un personaje. Todo lo que haga siempre tendrá la atención de hinchas, periodistas y deportistas. Muchas veces hasta se le perdona todo por “ser Maradona”, lo cual hace que el tipo viva en una nube de ego todo el tiempo. Sabe que lo están mirando y suele hacer un sinfín de gestos, muecas y manerismos propios de una persona a la que le encanta llamar la atención.

Luego de Sudáfrica 2010, las aventuras como entrenador de Maradona pasaron básicamente por el Medio Oriente. Y en equipos de segunda división. Perdió todas las definiciones que jugó, al igual que en México. La diferencia fue que en Dorados hizo más de lo que muchos esperaban de él. Hasta los mismos jugadores lo dijeron. Estuvo a punto de ascender 2 veces con el conjunto de Sinaloa en quizás la mejor etapa como entrenador del Pelusa.

No hay duda que tenerlo como entrenador debe ser motivante para quien lo vio como jugador. Pero también es cierto que hoy su figura no es la misma de hace varios años. Con bastantes complicaciones de salud no es dable darle la responsabilidad de mantener a un equipo como Gimnasia en la primera división. Maradona es un tipo enfermo que dice que ha logrado ganar la batalla contra las drogas ( al menos contra el alcohol y las pastillas aún no).

Daño le hace la excesiva idolatría. Daño le hace el excesivo protagonismo que la prensa le da. Daño le hace estar en el ojo publico 24/7. Ser un gran motivador no es sinónimo de ser un gran entrenador. Y por más marketing que mueva, la prioridad de Gimnasia tiene que ser mantener la categoría y no vender camisetas. Hoy Maradona vende más camisetas, seguramente, que la mayoría de los jugadores de la Superliga argentina pero la situación económica del club ganaría mucho más si  se queda en primera división.

Hizo una más que aceptable campaña en el Ascenso mexicano. Pero la diferencia de nivel, y de plantel, con los equipos argentinos es notoria. A Maradona hay que darle, si es finalmente hay que hacerlo, un equipo sin complicaciones de descenso ni aspiraciones de campeonato. Tener la menor cantidad de presión para que puede demostrar que es el DT que hizo buena campaña en Mexico y no el que no hizo nada en Racing y Mandiyu.

En todo caso un cargo de Manager sería más propicio. No tendría tanta cámara, que es lo que encanta, pero sería una labor que podría explotar desde una visión menos estresante. Con bastante responsabilidad si pero con menos intensidad. Desde ese ámbito puede aportar más a la institución que lo contrate. Hoy la chapa de salvador no le calza en lo absoluto. Dos partidos, dos derrotas es lo que cosecha en un club que a directo al abismo.

El problema es el entorno. Un entorno que hoy lo tiene bastante expuesto. Maradona es de los que se hunde con el barco, no abandona. Lastima que quienes lo nombraron capitán, lo hicieron apostando más a lo comercial y lanzando una moneda al aire para ver cómo salía en lo deportivo. Al 10 hay que protegerlo y no lanzarlo como payaso de circo.

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