Chelsea FC: El campeón
La historia dirá que el campeón de la Champions League 2012 fue el Chelsea FC de Inglaterra. Así de simple y contundente. A la gente podrá o no gustarle pero lo que importa, al fin y al cabo, es el resultado final. El fútbol es un deporte que premia la efectividad y no los merecimientos. Obviamente lo ideal sería juntar ambas cosas pero a veces no se puede. Solo el Barcelona de Guardiola tuvo tal capacidad.
Lo bonito de este deporte es que es impredecible. No siempre gana el que mejor juega (no digo el mejor porque el que mete gol y gana, es el mejor y punto). Esta edición de la Champions fue un claro ejemplo de que la falta de puntería te puede dejar sin nada. Le paso a Ronaldo, a Messi y a Robben. Tres auténticos cracks. Dirán que los penales son lotería pero nada más equivocado. Gana quien ejecuta mejor y quien tiene mayor capacidad para soportar la presión.
Una Copa que fue diseñada para una final española pero que terminó por coronar al menos favorito de los semifinalistas. Al único equipo con técnico interino. Al equipo inglés más italiano de la historia. No será el más estético de los equipos pero posee figuras de talla mundial que hicieron de la eficacia su bandera para llegar al título. Peter Cech fue el mejor arquero del campeonato con actuaciones monumentales ante el Barcelona y el Bayern. Ni hablar de los goles decisivos de Didier Drogba. No hay que dejar de mencionar la solidez defensiva de David Luis y la jerarquía de Frank Lampard.
Se habla mucho de justicia. En el fútbol justicia no es jugar mejor, es definir bien. Se premia la efectividad sobre el juego bonito. Bayern definitivamente mostró argumentos para llevarse la victoria y también hubiese sido un justo campeón. Se le echa la culpa a Robben pero no se habla de que para que un penal se falle hay que tener la valentía de patearlo. De que fue mal pateado, lo fue pero también es cierto que Cech tuvo la capacidad para atajarlo.
No fue la final soñada ni mucho menos. No hubo duelo Messi vs Ronaldo como tal vez muchos-me incluyo-soñaron ver. Si hubo, en cambio, una final entretenida y con emociones variadas, goles perdidos, penales fallados, etc. Ambos equipos-con argumentos distintos-lucharon por obtener la preciada orejona. Lástima que solo uno se la podía llevar. Es natural que a mucha gente no le guste uno u otro equipo. El fútbol siempre te va a dar la posibilidad de discutir por horas y eso es lo bonito.
Chelsea FC, llegó a su segunda final de Champions League y esta vez sí tuvo la capacidad de ser eficaz en los penales. Fue un equipo solidario que jamás bajo los brazos y tuvo la virtud de nunca perder el orden. Defensivamente fue una muralla y ese es un argumento de peso a la hora de hacer un balance final. Sin una buena defensa es difícil poder superar a rivales como el Barcelona y el Bayern.
Para los teutones queda el consuelo de haber llegado a una instancia en donde muchos no lo tenían. El golpe de perder en casa definitivamente les va a costar superarlo pero como equipo grande que son, a mirar para adelante y planificar la próxima temporada. Temporada que anuncia el regreso de Claudio Pizarro.
El fútbol es así.
El campeón es el mejor ( juegue bonito o no).
Lo bonito de este deporte es que es impredecible. No siempre gana el que mejor juega (no digo el mejor porque el que mete gol y gana, es el mejor y punto). Esta edición de la Champions fue un claro ejemplo de que la falta de puntería te puede dejar sin nada. Le paso a Ronaldo, a Messi y a Robben. Tres auténticos cracks. Dirán que los penales son lotería pero nada más equivocado. Gana quien ejecuta mejor y quien tiene mayor capacidad para soportar la presión.
Una Copa que fue diseñada para una final española pero que terminó por coronar al menos favorito de los semifinalistas. Al único equipo con técnico interino. Al equipo inglés más italiano de la historia. No será el más estético de los equipos pero posee figuras de talla mundial que hicieron de la eficacia su bandera para llegar al título. Peter Cech fue el mejor arquero del campeonato con actuaciones monumentales ante el Barcelona y el Bayern. Ni hablar de los goles decisivos de Didier Drogba. No hay que dejar de mencionar la solidez defensiva de David Luis y la jerarquía de Frank Lampard.
Se habla mucho de justicia. En el fútbol justicia no es jugar mejor, es definir bien. Se premia la efectividad sobre el juego bonito. Bayern definitivamente mostró argumentos para llevarse la victoria y también hubiese sido un justo campeón. Se le echa la culpa a Robben pero no se habla de que para que un penal se falle hay que tener la valentía de patearlo. De que fue mal pateado, lo fue pero también es cierto que Cech tuvo la capacidad para atajarlo.
No fue la final soñada ni mucho menos. No hubo duelo Messi vs Ronaldo como tal vez muchos-me incluyo-soñaron ver. Si hubo, en cambio, una final entretenida y con emociones variadas, goles perdidos, penales fallados, etc. Ambos equipos-con argumentos distintos-lucharon por obtener la preciada orejona. Lástima que solo uno se la podía llevar. Es natural que a mucha gente no le guste uno u otro equipo. El fútbol siempre te va a dar la posibilidad de discutir por horas y eso es lo bonito.
Chelsea FC, llegó a su segunda final de Champions League y esta vez sí tuvo la capacidad de ser eficaz en los penales. Fue un equipo solidario que jamás bajo los brazos y tuvo la virtud de nunca perder el orden. Defensivamente fue una muralla y ese es un argumento de peso a la hora de hacer un balance final. Sin una buena defensa es difícil poder superar a rivales como el Barcelona y el Bayern.
Para los teutones queda el consuelo de haber llegado a una instancia en donde muchos no lo tenían. El golpe de perder en casa definitivamente les va a costar superarlo pero como equipo grande que son, a mirar para adelante y planificar la próxima temporada. Temporada que anuncia el regreso de Claudio Pizarro.
El fútbol es así.
El campeón es el mejor ( juegue bonito o no).
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